La aventura irlandesa ha acabado, pero sólo fisicamente. Esto es, he dejado Irlanda pero dejo atrás un montón de recuerdos, personas, lugares, sensaciones que van a permanecer en mi cabecita fuertemente durante mucho tiempo.
Es por eso por lo que aun no he echado el cierre a este blog, porque quiero contaros algunas cosas que me dejé pendientes. Hoy me he puesto a ello, y es que creedme, es un ajetreo volver al lugar origen. ¡No he parado!
Entre esas cosas pendientes por contar está la visita de mi hermanita Cris y de mi "bro" Manza.
Una de las espinitas que tenía clavadas desde que me asenté en Cork era el recibir la visita de Cris, una trotamundos que ha estado en un montón de paises europeos. Pensé que al final no se dejaría caer por allí puesto que ha pasado un puñao de meses aventureando por Asia, pero finalmente el martes día 23 de Junio aterrizó en mi pueblito para pasar la última semana de mi exilio irlandés.
Durante los primeros días nos dedicamos a conocer la city pedaleando, descubriendo sus rincones entre calles, avenidas, tiendecitas y pubs. También seguimos el curso del río Lee tanto en su parte este como en su oeste, disfrutando de una tregua de sol.
Fue muy interesante mostrar esos sitios y rincones a la par que despedirlos, puesto que en muchos de esos sitios iba a ser la última vez que estaba, por lo menos durante algunos meses.
También nos fuimos de excursión con mis compas de piso John y Brian durante un día a conocer el countryside irlandés y las ciudades de Cashel y Kilkenny, famosas por sus asentamientos medievales. Lástima que el coche estaba vago y volvimos pronto para Cork como medida de precaución por si no le apetecía andar de repente.
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El viernes 26 vino desde Madrid a visitarnos y a unirse a mi gran despedida un tío mu grande, grande en tamaño y grande en corazón. Hablo de Manza, el cual ya estuvo por Cork exactamente hace un año. ¡No se podía perder mi fiesta de despedida! http://beerlanda.blogspot.com/2008/06/app-manza.html
Mi despedida empezó esa misma noche de manera relajada, en un pub llamado Franciscan Well donde hacen ellxs su propia cerveza. No faltó nadie de la "Spanish Speakers Crew from Cork", incluso vinieron un par de excompañeros de curro, mi compi de piso John y algunx amiguete más.
Pero esa noche no volvimos tardísimo a casa ya que habíamos programado una barbacoa durante todo el día siguiente enn el jardín de mi casita.
Fue un encuentro multitudinario, unas 30 personas nos juntamos para comer, beber y disfrutar de mi último sábado. Vino practicamente toda la gente que conozco en Cork. Tampoco faltaron las cabras que vinieron de Killorlgin, María y Asun, ni Enriko y Ainara de Limerick, a los que también despedimos de Irlanda.
Comer hasta hartar, jugar al Singstar, cantar canciones con la guitarra, dar los últimos abrazos. En resumen, disfrutar con una gente de puta madre, eso es lo que hicimos.
La fiesta acabó cuando el sol nos mandó a la cama para al día siguiente por la tarde despedir a toda la gente que había venido de fuera de Cork, incluído Manza.
Estoy convencido de que mi fiesta de despedida no podría haber sido mejor, os quiero agradecer un millón de veces y daros un millón de besos a todas las personas que vinisteis, incluído a mi colega el señor de la Garda ;) De verdad, me dan ganas de ir otra vez y volver a hacer otra jeje. La verdad es que sinceramente odio las despedidas, sobretodo despedirse de gente que te ha aportado interés cariño y afecto. ¡Espero veros a todxs muy pronto!
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Voy a daros un respiro blogueo y mañana os contaré más cosas pendientes. Un beso muy fuerte y muy buenas noches.
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