Este blog se resiste a desaparecer, y aunque haya pasado casi un mes desde la última vez que pisé suelo irlandés, aun quiero contaros un par de cosas.
El ultimo post trataba acerca de mi fiesta de despedida con esa pedazo de barbacoa en mi casita. Pero la verdadera despedida y otro encuentro caluroso con la gente afamada que me ha acompañado en Cork fue un par de días mas tarde.
La fecha de vuelta la programé el día 1 de Julio porque me apetecía celebrar mi cumpleaños de esa manera especial que es vivirlo fuera del sitio donde te has criado y sin la gente de toda la vida. La noche del día de mi cumple, el 29 de Junio, tenía además el toque melancólico de coincidir con mi última noche en Cork.
Ya que mi sistercilla había estado trotamundeando por regiones asiáticas, nos apeteció probar un restaurante Thai en el centro de la city y allí nos dimos cita alrededor de 15 personas.
Los del restaurante fliparon un poco porque en estos tiempos de crisis parece ser que el negocio no les va muy bien. Fue como cenar en un entorno privado ya que no entró ningún cliente en todo el rato que estuvimos ahí y además mantuvieron abierto el restaurante más allá de la hora de cierre. ¡Que detallazo!
Fijaos si me pareció una ocasión especial el estar rodeado de esa gente cercana en mi última noche en Cork celebrando mi cumple en un restaurante, que hasta me puse una elegante camisa para sorprender jaja.
Después de cenar fuimos en masa al Callanan, a mi parecer uno de los pubs más acogedores de Cork. Es como retroceder 50 años al pasado, el local se mantiene igual que en la época y está lleno de parroquianos que van a disfrutar de sus stouts locales, Beamish y Murphys. Además puedes disfrutar de una partida de anillos, un juego que creo que no es de origen irlandés pero se daba mucho en los pubs antiguos. Ah! No, no sirven Guinness,
El local estaba cerrando, pero gracias a la confianza cogida con el dueño Rob en los últimos meses, donde he bebido unas cuentas pintas de stout, nos dejó pasar a toda la tropa para cumplir la promesa que le hice de beber mi última Beamish allí.
La noche terminó en el Crane Lane, mi late pub favorito donde también he pasado largas horas durante muchos findes. Disfrutamos de esa música en directo que alegra las noches corkianas y rendidos, decidimos volver a casa para al día siguiente afrontar la jornada de vuelta a Madrid.
Os pongo unas fotillas del encuentro, y sobretodo quiero aprovechar para agradecer la asistencia a todxs lxs que fuisteis y también esos regalazos con los que me cubristeis. ¡Sois geniales!
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2 comentarios:
Muy bueno el post, lo del callagan un detalle de parte de Rob y la gente elegante tiene que ir en camisa, si señor!
No dejes de postear!! Un abrazo desde las tierras del Norte!
Ese joniiiii q alegria saber de ti, oye en poquito nos vemos eh??? besarkada andi bat!
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